La DGPeIH invita a la inauguración de LA CASA DE LA CIUDAD donde funcionará la Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires. La cita será el domingo 5 de diciembre a las 11.30 en Venezuela 469, donde habrá una recreación histórica de la época de las invasiones inglesas y un agasajo para que los vecinos puedan conocer el espacio.
La Casa de la Ciudad albergará bajo un mismo techo las más diversas actividades vinculadas al patrimonio que hasta ahora habían permanecido separadas. Funcionará el Archivo Histórico de la Ciudad , una Biblioteca con más de 4.500 volúmenes, videoteca y hemeroteca, con valiosos materiales que pondremos a consulta pública. Se guardará el material arqueológico de la Ciudad de Buenos Aires, y se ampliará y profundizará la catalogación, digitalización, preservación, investigación sobre edificios y obras de arte. Se intensificará el proyecto editorial a fin de poner en circulación pública muchas “joyas de la abuela”, materiales valiosos para la difusión, la investigación y enseñanza.
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Dónde funcionará
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La Casa de Liniers está ubicada en Venezuela 469 y fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. Fue construida en 1788 sobre las bases de otra más antigua lo que convierte a su predio en un sitio arqueológico de privilegio.
Su primer propietario fue don Martín Simón de Sarratea. Su yerno, Santiago de Liniers, penúltimo virrey del Río de la Plata y jefe de la Reconquista de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas, vivió en ella entre 1806 y 1809 y bajo su techo se trataron los términos de la capitulación de Williams Carr Beresford a cargo de las tropas inglesas.
A la muerte de Martín Simón de Sarratea la casa fue heredada primero por su hija, y luego por su nieta Tomasa Biedma y Monasterio casada con Ángel de Estrada, bisnieto del Virrey Liniers.
En 1869 don Ángel de Estrada creó la “Fundación Nacional de Tipos”, primer establecimiento de su género en nuestro país, origen de la Editorial Estrada que acompañó con sus libros la historia educativa de Argentina. En 1874 los fondos de la casa fueron destinados a oficinas, depósitos y talleres gráficos, haciendo refacciones necesarias. No obstante el frente ha sido respetado en sus detalles y conserva características de la típica arquitectura colonial, como las anchas paredes, techos de tejas, la pesada y maciza puerta de entrada, las clásicas ventanas enrejadas, y los patios espaciosos.
Cuenta también con un amplio zaguán con piso de piedras desgastadas por el uso, a su derecha, la habitación utilizada para dar albergue a cuerpo de guardia durante el virreinato de Liniers, y a la izquierda, se conserva la sala principal donde, según la tradición familiar, tuvo lugar la entrevista entre Liniers y Guillermo Carr Beresford para tratar los términos de la capitulación de las tropas inglesas.
El edificio de la calle Bolívar 462 completa el conjunto que albergó la Editorial Estrada. Data de fines del siglo XIX y aunque ha sido refaccionado durante el siglo XX, sus líneas arquitectónicas guardan aún mucho de su espíritu inicial. Entre esos elementos se destaca una interesante escalera ornamentada en madera que comunica el hall de acceso con el primer piso, iluminada con luz natural proveniente del patio central. También conserva sus carpinterías y solados en los sectores de recepción y en los ambientes principales.
Esta permanencia de valores arquitectónicos originales permitió su catalogación con el grado de Protección Cautelar, dentro de la zonificación Área de Protección Histórica, según el Código de Planeamiento Urbano vigente.
Un lugar patrimonial recuperado abre sus puertas en la Ciudad
Por fin, la casa que soñamos abre sus puertas. Culmina así un largo y trabajoso camino de debates y acciones, tendientes a amalgamar las concepciones fragmentarias de patrimonio originadas desde distintos ámbitos sociales y culturales durante décadas.
La primera noción de estaba limitada a objetos materiales, actualmente este concepto se ha ampliado e incluye también bienes inmateriales que los grupos reconocen como parte de su herencia cultural. Sin embargo, consideramos ilusoria esta separación entre lo material e inmaterial, porque sabemos que lo que convierte a cualquier bien en patrimonio es la significación que se le adjudicó en el pasado o que se le reconoce en el presente. Esta valoración es una construcción social. En ella participan comunidades y especialistas de las más diversas disciplinas (arte, arquitectura, antropología, arqueología, etc.), y siempre lo hacen articulando un hecho u objeto con su contexto pasado y presente. Por eso afirmamos que una concepción integral del patrimonio tiene su columna vertebral en la historia. La puesta en valor y el funcionamiento de este espacio físico es una bisagra que permitirá profundizar esta idea de patrimonio, articulando distintos saberes y tareas, y abrirlo a la comunidad.
Este sueño que hoy se materializada nos permitirá explicar cómo generar políticas patrimoniales, abrir debates sobre los problemas y desafíos, discutir expresiones históricas y crear una usina de la memoria y de la historia.
Nuestro trabajo es investigar, recuperar, preservar, difundir pero con la mirada puesta en el futuro. La Casa de la Ciudad abre sus puertas para que pasado y presente se encuentren en ella todos los días.
Para mayor información comunicarse al 4813-5822 int. 37 ó comunicación_ihcba@buenosaires.gov.ar
