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Se trata del puente transbordador Nicolás Avellaneda que une el barrio de La Boca, en la Capital Federal con la llamada Isla Maciel de Avellaneda, en la Provincia de Buenos Aires.
Se trata del puente transbordador Nicolás Avellaneda que une el barrio de La Boca, en la Capital Federal con la llamada Isla Maciel de Avellaneda, en la Provincia de Buenos Aires.
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Su recuperación demandó la inversión de $ 94.000.000, abarcando los aspectos de la estructura y lo edilicio. Incluyendo los trabajos la instalación de escaleras mecánicas y ascensores hidráulicos y la construcción de pasos peatonales.
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La construcción de esta estructura de hierro comenzó en 1908 y fue realizada por partes en Inglaterra, desde donde fue traída por barco y ensamblada en La Boca.
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La obra fue inaugurada el 30 de mayo de 1914, con el nombre de Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, midiendo su plataforma transbordadora 8 x 12 metros que podía operarse desde un puesto de control en el propio puente-vehículo, así como desde una sala de máquinas. Por el mismo se cruzaron sobre el Riachuelo a peatones, carros, automotores y tranvías.
Su recuperación demandó la inversión de $ 94.000.000, abarcando los aspectos de la estructura y lo edilicio. Incluyendo los trabajos la instalación de escaleras mecánicas y ascensores hidráulicos y la construcción de pasos peatonales.
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La construcción de esta estructura de hierro comenzó en 1908 y fue realizada por partes en Inglaterra, desde donde fue traída por barco y ensamblada en La Boca.
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La obra fue inaugurada el 30 de mayo de 1914, con el nombre de Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, midiendo su plataforma transbordadora 8 x 12 metros que podía operarse desde un puesto de control en el propio puente-vehículo, así como desde una sala de máquinas. Por el mismo se cruzaron sobre el Riachuelo a peatones, carros, automotores y tranvías.
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Años más tarde el mismo apareció reproducido en las pinturas de Benito Quinquela Martín y por ello fue adquiriendo trascendencia a nivel mundial hasta convertirse en un emblema del paisaje urbano de La Boca.
.Años más tarde el mismo apareció reproducido en las pinturas de Benito Quinquela Martín y por ello fue adquiriendo trascendencia a nivel mundial hasta convertirse en un emblema del paisaje urbano de La Boca.
En 1960 fue desactivado. En 1994, tras haberse ordenado su desguace, los vecinos, junto con legisladores porteños, impidieron su desaparición, basados en su importancia patrimonial y emblemática para el barrio. Hoy su función ha vuelto a ser recuperada para el paso de peatones.
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